"No sería correcto decir que el golpe de Estado fue fabricado por Erdogan para reforzar su poder, sin embargo aprovecha esos acontecimientos para poner en práctica cuanto antes sus planes para reformar la Constitución", escribe Stratfor.
Por su parte, los socios europeos, aspirando preservar vigente el acuerdo migratorio con Turquía, tendrán que "morderse la lengua", dicen los expertos.
Según Stratfor, Erdogan presionará a EEUU para que extradite al clérigo islámico Fethullah Gülen, al que acusa de orquestar la intentona golpista, a cambio de la colaboración de Ankara en la lucha contra los yihadistas de Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia).
Analista: el #golpe militar en #Turquía fue fingido por el propio #Erdogan https://t.co/JgmwTe3OwH pic.twitter.com/SgRPqu0QxN
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 19 июля 2016 г.
Asimismo, los analistas señalan que mientras Ankara se ocupe de neutralizar las amenazas internas, los separatistas kurdos y los Gobiernos de Siria, Irán y Rusia tendrán más oportunidades para hacer frente a sus ambiciones en Oriente Próximo.
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Turquía vivió en la noche del 15 de julio un intento de golpe militar que se saldó con 232 muertos y más de 1.500 heridos, según datos oficiales, y fue seguido por una masiva campaña de detenciones.