Por su parte, el comisario de Política de Vecindad y Ampliación, Johannes Hahn, afirmó que el Gobierno turco viola los estándares internacionales con la oleada de represalias que siguió a la intentona golpista.
"Por lo menos, parece que hayan preparado algo. Las listas (para detenciones) están disponibles, lo que indica que estaban preparadas para ser usadas en cierta etapa", comentó Hahn.
El comisario dijo estar "muy preocupado" por el asunto. "Es exactamente lo que temíamos", dijo.
Después de aplastar el golpe, las autoridades empezaron una amplia campaña de purgas en las FFAA para identificar a los partidarios del exiliado clérigo islamista Fethullah Gulen, a quien Ankara indica como responsable de la intentona y cuya extradición exige a EEUU.
Según el ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag, unas 6.000 personas fueron detenidas tras la intentona fallida.