"El Instituto practicó la necropsia médico legal ciñéndose a los protocolos internacionales (…) con los siguientes resultados: la causa de muerte corresponde a trauma craneoencefálico severo producido por el impacto de proyectil de alta velocidad lacrimógeno, es decir, por el impacto de una granada de gas lacrimógeno (…) No se halló ninguna otra lesión adicional a esta", dijo en rueda de prensa el director del Instituto, Carlos Eduardo Valdés.
Según testigos del hecho, un miembro del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía disparó su arma contra el sujeto a un metro y medio de distancia mientras éste hablaba por celular y caminaba por el lugar, ya que al parecer no hacía parte de la protesta.
Sin embargo, Valdés omitió señalar al Esmad como el causante de la muerte, y precisó que "eso no es competencia del Instituto", sino de la Fiscalía General de la Nación, a la cual se le entregarán también las pruebas de balística que adelanta el Instituto en la actualidad y que determinarán con precisión a qué distancia fue disparado el proyectil.
Valdés aseguró que los exámenes practicados al cadáver permiten asegurar que "no hay ninguna evidencia de que hubiese estado manipulando pólvora", tal y como lo aseguró la policía el martes, tras conocerse el hecho.
El paro de camioneros, que este jueves cumple 38 días de iniciado, ha repercutido en fuertes alzas de productos de la canasta básica familiar debido a la escasez de alimentos en varias plazas de mercado del país, al tiempo que los enfrentamientos entre manifestantes y la Policía se han recrudecido en las últimas horas y dejado varias personas heridas.