Para algunos es solo una excusa más para alimentar las arcas del fisco. Para otros, una forma de mejorar la calidad de vida de los platenses.
Explicó que, desde el punto de vista oficial, el proyecto tiene lugar porque "en Argentina estamos viviendo una etapa con un grado de inseguridad muy alto. Buscamos a través de esta medida que quien vaya a hacer uso de los cajeros lo haga en condiciones de seguridad y bajo techo".
El municipio de La Plata quiere cobrar un impuesto a las filas de los bancos y otro al uso del asfalto https://t.co/8SpccTVkdL
— luis novaresio (@luisnovaresio) 5 июля 2016 г.
La medida contempla que a cada uno de los cajeros que no brinde estos servicios se le cobrará una tasa fija de 2.500 pesos argentinos por mes, el equivalente a 2.000 dólares anuales.
"Consideramos que el monto que vamos a cobrar no es significativo para los bancos, que son el sector que más dinero ha ganado en los últimos 10 años. Prácticamente no le influye en nada, es cero esto para el banco", agregó Irurueta, quien además aseguró que los fondos recaudados se utilizarán para brindar un servicio que el banco no está dando.
El segundo impuesto que generó controversia, la tasa de asfalto, deberá ser abonado por aquellos que compren vehículos nuevos o usados. Representará el 0,5% del precio del vehículo y, además, incluirá a los motoristas, que tendrán que pagar el impuesto basado en el valor fiscal, en vez del valor por cilindrada, lo que significa que abonarán de tres a cinco cuotas.
"El fondo que se forme con la recaudación va a tener una asignación específica para el mantenimiento de las calles y todo lo que tenga que ver con el señalamiento de la vía pública", señaló Irurueta, quien además es el presidente de la Comisión donde se gestó el proyecto, que podrá comenzar a funcionar en las próximas semanas.