Durante una rueda de prensa con motivo de su regreso de EEUU, el presidente Erdogan afirmó que Turquía y EEUU aspiraban a construir "una alianza modélica", pero sus aspiraciones se frustraron.
"Por desgracia, nuestras esperanzas no llegaron a hacerse realidad. Por ejemplo en el ámbito económico, los lazos se debilitaron en vez de mejorar. Nuestras esperanzas en lo que respecta a la política exterior tampoco se cumplieron", lamentó el político.
Turquía relaciona a las milicias del YPG con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, considerada organización terrorista en el país, y ha pedido a su socio norteamericano que no coopere con ellos. Según Erdogan, las fotos en las que aparecen soldados estadounidenses con militantes del YPG "afligen al pueblo turco".
"Nuestra amistad con Putin permitió elevar las relaciones bilaterales a otro nivel", declaró Erdogan, lamentando que todo cambió bruscamente tras el derribo del avión ruso por parte de los cazas turcos.
Erdogan recalcó que el intercambio comercial entre Turquía y Rusia era aún mayor que entre EEUU y Turquía. El político reiteró sus esperanza de que "los dos países recuperen las relaciones bilaterales y vuelvan a ser como antes, con aún más ganas de cooperar".