A favor del documento votaron 302 senadores, mientras que 16 se pronunciaron en contra.
La resolución que tiene un carácter recomendatorio, llama al Gobierno francés a insistir en un debate sobre las sanciones en Bruselas para aliviarlas gradualmente de acuerdo con el avance del cumplimiento de los acuerdos de Minsk sobre el arreglo en Donbás, así como en cancelar de las sanciones personales contra parlamentarios rusos para simplificar el diálogo entre Rusia y Francia.
Además, indicaron que las sanciones mostraron su ineficacia y tuvieron un efecto bumerán para las empresas francesas por las medidas de respuesta rusas.
Por su parte, el secretario de Estado de Francia para Asuntos Europeos, Harlem Désir, destacó la necesidad de mantener las sanciones contra Rusia, puesto que Moscú realizó una violación brusca del derecho internacional respecto a Ucrania.
Désir subrayó que las sanciones sirven de palanca para presionar a Moscú en el caso ucraniano y su abolición se vincula al cumplimiento completo de los acuerdos de Minsk.
Las relaciones entre Rusia y Occidente se deterioraron a raíz de la crisis ucraniana y particularmente tras la adhesión de la península de Crimea a Rusia.
EEUU, la UE y otros países occidentales aprobaron varios paquetes de sanciones contra ciudadanos, empresas y sectores enteros de la economía rusa, a lo que Moscú respondió con un veto agroalimentario.
En junio de 2015 en respuesta a la prórroga de las sanciones Rusia prolongó su embargo por otro año más, hasta el 5 de agosto de 2016.