La detenida —que se llama Aimee Mejía— condujo su coche en dirección contraria y chocó con algunos vehículos, hiriendo a dos ocupantes de los otros coches.
El test de alcoholemia realizado a Mejía reveló que su tasa de alcoholemia superaba seis veces la norma establecida por la legislación nipona, detalló la policía local.
El incidente se produjo durante un toque de queda que prohíbe el consumo de alcohol fuera de las bases militares de Okinawa para todo el personal militar, incluidos los civiles y sus familias.
Los incidentes en los que se ven implicados los militares estadounidenses a menudo provocan indignación y rechazo por parte de los habitantes de Okinawa. Sin embargo, la estrecha alianza geoestratégica entre Tokio y Washington provoca que la presencia americana continúe en la zona.