Entre los críticos del 'Aegis Ashore' se halla Hans-Joachim Spanger, del Instituto de Investigación para la Paz de Frankfurt (PFIR), quien puso en duda, al igual que otros expertos, la efectividad del sistema, que durante los ensayos ha logrado encontrar y destruir aproximadamente ocho de cada diez misiles. Según los expertos, en una situación de guerra real esa cifra sería aún menor.
El escudo antimisiles de la OTAN también ha sido criticado por su costo. La OTAN ha gastado en las bases de Rumanía y Polonia cerca de 1.600 millones de dólares, y esto es solo una parte del monto total: cada año la organización deberá emplear mucho dinero para mantener los sistemas en operación. Además, la OTAN oculta sus gastos, lo que hace imposible definir con certeza cuánto cuesta el sistema antimisiles europeo.
Otro problema es la tensa relación entre la OTAN y Rusia. Aunque la OTAN afirma que el 'Aegis Ashore' no está dirigido contra Rusia, Moscú opina de modo contrario.
En cualquier caso, los dos bandos continúan 'armándose': la OTAN ha prometido enviar 4.000 soldados a los países de Europa del Este, mientras que Rusia tiene la intención de mandar regimientos adicionales a sus fronteras como respuesta. De modo que esta nueva ‘escalada armamentística’ parece no tener fin, coincidieron los expertos.
Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, no para de repetir que es necesario 'sentarse a hablar' con Rusia, en lugar de enviar más soldados [a Europa]. Las diferencias de opinión entre los propios países que componen la OTAN son, sin embargo, un obstáculo para el acercamiento de posturas.
En opinión del experto Spanger y de otros investigadores, se antoja necesario que Occidente entable conversaciones con Rusia.