Los estadounidenses están construyendo su escudo antimisiles en la frontera oriental de la OTAN —en Polonia y Rumanía-. Sin embargo, las partes involucradas hacen declaraciones contradictorias en cuanto a su objetivo principal.
Las instalaciones "protegerán de un ataque nuclear de Irán", como asegura Washington, y "abatirán los misiles estratégicos lanzados ‘de donde quiera'", según el secretario general de la OTAN, además de afirmar que "disuadirán a Moscú de una invasión", a juicio de los polacos, ha enumerado el diario Le Temps las explicaciones populares.
Moscú, por su lado, percibe las nuevas bases antimisiles como "un par de peones" utilizados por EEUU para rodear a Rusia, calificándolas como una provocación y una amenaza para su seguridad, explica la nota.
La falta de explicaciones por parte de la OTAN en cuanto al objetivo del escudo antimisiles también perjudica las relaciones dentro de la Alianza, algo que Rusia podría aprovechar para "sembrar desconfianza entre EEUU y sus aliados europeos", opina el diario.
La situación parece una espiral programada. Como respuesta, las tropas rusas intensificarán los ejercicios o reforzarán sus fuerzas nucleares en Kaliningrado. Esto coincidirá con la cumbre de la OTAN en Varsovia, la capital del "país más antirruso" de Europa, según el autor.
"La amenaza de un conflicto accidental, apenas evitado durante el acercamiento del caza ruso al destructor estadounidense, solo hará que incrementar", afirma Le Temps.
Sin embargo, la OTAN podrá evitar la confrontación si es honesta y reconoce las intenciones reales del escudo, opina el medio. La Alianza puede alegar que Polonia o los países bálticos se sienten preocupados por el creciente poderío militar y su reciente "extensión territorial" —así denomina el artículo la reunificación de Crimea con Rusia-, y de aquí proviene el deseo de blindarse con un escudo antimisiles.
Esta declaración no provocará más enfrentamientos, al contrario, permitirá atender a los intereses de todas las partes, restablecer el diálogo y evitar "un conflicto que nadie quiere", concluye el periodista.