Ese balance negativo de la petrolera es una deuda remanente después de realizar pagos como "parte de los compromisos asumidos para hacer frente al pasivo con sus proveedores y contratistas", dijo la empresa en un comunicado.
Pemex asegura que cuenta con la solvencia suficiente para cubrir los adeudos contraídos en 2015, durante los próximos meses.
La deuda atrasada original con los proveedores y contratistas era de unos 8.090 millones de dólares (147.000 millones de pesos) al cambio actual (18,17 pesos un dólar).
La empresa explica que, de la deuda pendiente, se encuentra "próximo a liquidar adeudos de contratos con proveedores y contratistas por otros 25.000 millones de pesos" (1.375 millones de dólares).
Y finalmente, cuenta con un importe aproximado a los 30.000 millones de pesos (1.655 millones de dólares) que corresponde "a adeudos cuyos trámites administrativos están pendientes de concluirse".
Lidiando con bajos precios
El pago realizado hasta el momento a más de 2.900 proveedores y contratistas "contribuye a la reactivación económica de zonas petroleras afectadas por los recortes", la mayoría en las costas nacionales del Golfo de México que comparte con EEUU y Cuba.
Pemex obtuvo el respaldo del Gobierno federal para contratar líneas de crédito con la banca de desarrollo y la inyección líquida de recursos por parte de las arcas federales.
Los recursos obtenidos fueron comprometidos con la garantía de que "Pemex los utilizaría para reducir y normalizar el pago a proveedores y contratistas", con base en un calendario de pagos acordado con los proveedores.
Luego de recortar el presupuesto en proyectos exploración y producción de la petrolera para 2016, el Gobierno lanzó un salvavidas financiero a Pemex por 73.500 millones de pesos (unos 4.200 millones de dólares a cotización de abril), para fortalecer la posición financiera de la endeudada empresa estatal.
En primer lugar, el Gobierno otorgó a Pemex una aportación patrimonial (mediante bonos bursátiles), el 15 de abril, por 26.500 millones de pesos (unos 1.500 millones de dólares.
Esos fondos fueron extraídos del presupuesto del Gobierno federal mexicano, generados por un ajuste preventivo al gasto público anunciado del 17 de febrero pasado de 2016.
En esa fecha, el Gobierno recortó el gasto público en 132.500 millones de pesos (unos 7.500 millones de dólares), de los cuales Pemex cargó con un recorte a su gastos de 100.000 millones de pesos (unos 5.700 millones de dólares menos).
Agobiada por la reducción de sus ingresos por el derrumbe de casi 70 por ciento de los precios del crudo desde el pico de 2014, el salvavidas financiero le ha dado a Pemex liquidez para pagar a sus proveedores de servicios, y acreedores nacionales y extranjeros.
Con el fin del monopolio de la empresa estatal Pemex, mediante la apertura a la inversión privada y extranjera emprendida por el Gobierno desde 2015, el Estado mexicano ha atraído una inversión total de 7.000 millones de dólares en el sector petrolero, según cifras oficiales.