A raíz de la reunión entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en Sochi, las partes anunciaron "un nuevo enfoque" en la cuestión de las Kuriles. Tokio afirmó haber "acordado dejar a un lado la disputa territorial", ha anotado la publicación, que definió esta decisión como "un avance" en las relaciones entre ambos países.
Desde hace muchas décadas la ambigüedad ha sido constante en el litigio del archipiélago Kuril —las islas que Japón considera sus "territorios norteños"—. La parte japonesa afirma que las islas de Kunashir, Iturup y Shikotán, así como como los islotes de Habomai, pertenecen a Tokio.
Rusia sigue con su postura de irreversibilidad de los resultados de la Segunda Guerra Mundial, a raíz de los cuales la Unión Soviética obtuvo el control sobre las islas. Hasta hoy la demanda no resuelta entre los dos países impide la firma de un tratado de paz.
El autor de la publicación ha agregado que el mandatario ruso no busca "derrochar" los territorios rusos y que todos, inclusive en Japón "lo entienden".
Anteriormente, Moscú mencionó que Tokio había firmado varios documentos en los que renunciaba a sus demandas sobre las islas, entre ellos: el Acta de Rendición de Japón de 1945, el Tratado de San Francisco de 1951 y la Declaración conjunta soviético-japonesa de 1956.
Lea también: Japón, un socio importante para Rusia
De acuerdo con la última, la URSS acordó entregar dos islas a Japón: Habomai y Shikotán, tras la firma del acuerdo de paz, como un gesto de buena voluntad. Sin embargo, Japón desea obtener el control sobre las cuatro islas.
Vzglyad ofrece un punto de vista alternativo sobre las relaciones ruso-japonesas.
El periódico ha señalado que las disputas territoriales ya no están en la agenda. Japón está enfocado en los cambios de poder en la región Asia-Pacífico, así como con sus vecinos como EEUU, China y Rusia. Eso fue lo que impulsó a Tokio a buscar relaciones más cercanas con Rusia y tomar una postura nueva en cuanto a las islas.
Este nuevo enfoque en las negociaciones, proclamado por las autoridades japonesas tras la visita de Abe a Sochi, "no incluye el plan de dividir las islas. A cambio, contiene la separación de las cuestiones bilaterales de la cuestión territorial".
Lea también: Rusia desplegará en las Kuriles sus nuevos misiles costeros y drones
"El plan de Abe de cooperación económica con Rusia será implementado junto e independientemente a las negociaciones de paz —este es el truco principal de Tokio—", ha subrayado el periódico.
Es decir Tokio ha decidido convertirse en un socio importante para Moscú —así describió Putin a Japón durante su reunión con Abe—. De hecho, el potencial de cooperación entre los dos países es enorme.
Además, prometió invertir en la economía regional y nacional rusa. Como resalta el periódico, sería ingenuo pensar que estas propuestas son "el pago" por las islas.
Por otro lado, Japón está presionada por los cambio en la "situación geopolítica". Tokio no quiere quedarse encerrado en el triángulo del juego político de EEUU, China y Rusia. El equilibrio de poder en la región Asia-Pacífico se está alterando y Japón ha decidido actuar. Llegados a este punto, mejorar los lazos con Rusia parece un paso lógico.
Varios expertos incluso han opinado que la disputa territorial ya no tiene un papel esencial en la agenda bilateral de Japón y Rusia. De todas maneras, la mayoría de ellos reconoce también que Tokio nunca dará marcha atrás en sus reclamaciones.