En el norte de Irak, cerca de la ciudad de Mosul, fue creado un batallón femenino que combate al lado de los hombres contra los terroristas de Daesh (autodenominado Estado Islámico, organización terrorista proscrita en Rusia y otros países).

En agosto de 2014, los yihadistas se apoderaron de la ciudad de Sinjar, en el noroeste de Irak. En esta ciudad viven los yazidíes, una minoría preislámica de origen kurdo. Los terroristas mataban a los hombres infieles y esclavizaban a las mujeres. La yazidí de 21 años, Asema Dahir, tomó las armas para vengar la muerte de todas sus vecinas violadas y asesinadas.

Asema Dahir cree que su deber es permanecer “en la vanguardia de la lucha antiterrorista”.

Haseba Nauzad, de 24 años de edad, es compañera de Asema Dahir en el batallón. Su habilidad para manejar las armas la iguala en capacidad militar a los hombres.

Hasta el momento, muchas mujeres yazidíes siguen en cautiverio de los terroristas. Asema se propone liberarlas.

Asema Dahir y sus amigas son las combatientes del batallón femenino.

Al abandonar su casa para integrar las filas militantes, Asema se llevó un osito de peluche.

En los últimos dos años, las regiones del noroeste de Irak y el noreste de Siria son el frente de lucha contra los bandos extremistas. Allí, en la frente, combaten la yazidí Asema Dahir y la kurda Haseba Nauzad.

Asema Dahir es una de las treinta combatientes del batallón formado por mujeres yazidíes y kurdas de Irak y Siria.

Cabe recordar que los combatientes yazidíes y los grupos militares tribales a principios de marzo liberaron de terroristas territorio de la región de Sinjar, cerca de la frontera con Siria. Haseba Nauzad sumó su aporte a la lucha antiterrorista.

Las mujeres peshmergas.

Asema Dahir y sus compañeras son las militantes del batallón que enfrenta Daesh en las proximidades de Mosul, en Irak.
