Previamente el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró en entrevista al periódico sueco Dagens Nyheter que en caso de que Suecia ingresara en la OTAN, Rusia se vería obligada a responder con medidas técnico-militares en sus límites norteños.
Cierre de los espacios navales
"Para nosotros la situación podría tornarse peor que en 1939; recuerdo que entonces Estonia y Finlandia prácticamente bloquearon el golfo de Finlandia, por lo que nuestra flota resultó literalmente encerrada", dijo el experto.
Según Fenenko, "ahora, en caso de ingreso de Suecia o Finlandia en la OTAN, la situación será peor".
"Suecia, Estonia y Finlandia representan un bloque unido que amenazará nuestras comunicaciones navales con nuestro enclave de Kaliningrado", comentó a RIA Novosti.
El especialista subrayó que "respecto a las medidas, pienso que se tratará de un refuerzo considerable del grupo naval de la Flota del Báltico y en Kaliningrado, incluyendo el emplazamiento de armas nucleares tácticas e incluso, de neutrones".
"Se trata realmente de un tema muy grave, que puede amenazar nuestra integridad territorial", argumentó.
"Respecto a Suecia, claro está, es un potencial militar grande, aunque comparado con Rusia no destaca mucho, comparado con los países del Báltico miembros de la OTAN es realmente grande", observó.
Fenenko advirtió que "con el ingreso de Suecia en la OTAN se tornaría vigente el tema de la cercanía de sus bases militares a nuestra región de Leningrado".
"Claro está que eso exigirá de nosotros una revisión drástica de nuestra política de Defensa que considerará el componente nuclear", concluyó.
Amenaza por el norte
El jefe del Departamento de Seguridad Europea del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia, Dmitri Danílov, considera que las especulaciones respecto al ingreso de Suecia en la OTAN demuestran la gran preocupación de Occidente provocada por las actividades de Rusia en el norte profundo.
"En este caso se trata de que los países occidentales, incluyendo Suecia, muestran una gran preocupación con los esfuerzos militares realizados por Rusia en las regiones del norte, si Suecia o determinados sectores políticos de Suecia expresan el deseo y la disposición de sumarse a la OTAN, eso significa que se justifican los esfuerzos encaminados a llevar la OTAN hacia el norte", afirmó el experto.
Danílov subrayó que desde el punto de vista de Rusia, cualquier cambio en la configuración de la Alianza significará un cambio considerable de la situación política y militar en Europa.
"Naturalmente, Rusia tendrá que reaccionar ante esto, lo cual significa un cambio considerable de formato de las actividades militares rusas hacia el norte y hacia el nordeste de la parte europea del país", considera el experto.
Según Danílov, las consecuencias de la iniciativa de Estocolmo pueden resultar significativas para toda Europa del Norte.
"Claro está, esto incidiría no solo en las relaciones de Rusia y la OTAN, sino en toda la situación en el norte y el noroeste de Europa", indicó.
Por otro lado, advirtió que la propia sociedad sueca no tiene una posición unívoca respecto al ingreso en la OTAN.
"La correlación entre partidarios y oponentes es casi pareja, por lo que las perspectivas de esta iniciativa en un principio se mantienen indefinidas", concluyó.