La investigación revela que el 41 por ciento de los encuestados apoya el ingreso de Suecia en la OTAN, mientras que el 39 por ciento se pronuncia en contra, y el 20 por ciento no da respuesta.
En comparación con el sondeo similar del año pasado, el número de partidarios de la incorporación de Estocolmo a la OTAN aumentó un diez por ciento, mientras que en 2011 la posible entrada de Suecia a la Alianza la apoyaba solo el 23 por ciento.
El politólogo Ulf Bjereld, de la Universidad de Gotemburgo, atribuye este cambio de la opinión pública a las declaraciones del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Sverker Goranson, que el año pasado afirmó que en caso de una agresión Suecia será capaz de resistir durante apenas una semana.