Cimentada en el prohibicionismo, la militarización y el endurecimiento de las penas, la llamada "Guerra contra las drogas" disparó los niveles de violencia en la región, llevando a varios países a tener algunas de las tasas de homicidios más altas de todo el mundo.
Por estos motivos, una nueva perspectiva pisó fuerte en la Sesión Especial de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (Ungass) sobre drogas que se celebró entre el martes y este jueves en Nueva York.
Hacia una legalización controlada
Allí, varios líderes latinoamericanos pidieron por el fin de las políticas prohibicionistas y habilitar un nuevo enfoque para combatir el narcotráfico.
"El esquema basado en el prohibicionismo no ha logrado disminuir el tráfico de droga en el mundo", dijo el martes el mandatario mexicano Enrique Peña Nieto, quien este jueves anunció un proyecto de ley en este sentido.
En México el máximo de marihuana que se autoriza a portar a los consumidores es cinco gramos.
En una línea similar a la de Peña Nieto se manifestó el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien destacó que las medidas represivas cayeron "de manera desequilibrada" sobre los eslabones más débiles de la cadena, en especial los consumidores.
Pasos tímidos
La directora de la organización México Unido Contra la Delincuencia, dijo que el documento base propuesto en la ONU fue "un paso tímido e insuficiente" y cuestionó su contenido por entenderlo "limitado y sordo" respecto a la realidad actual.
"Tenemos un sentimiento encontrado: (el documento) tiene pasajes alentadores, pero es una oportunidad perdida para reformas más ambiciosas", lamentó Sánchez.
Cambios ligeros
Según David Martínez-Amador docente de la universidad Rafael Landívar, de Guatemala, este cambio que proponen los países latinoamericanos, enfocado al "consumo recreacional" de marihuana, es "ligero pero importante", ya que termina con la criminalización del consumidor.
Uno de los países que transita este camino es Uruguay, que legalizó la venta y producción de marihuana, despenalizó el autocultivo y dará permisos a las farmacias para que puedan vender cannabis a personas mayores de edad.
Más allá del éxito que pueda tener en sentar un precedente para una nueva política de drogas, para Martínez Amador el modelo uruguayo no es un modelo que se pueda exportar a otros países.
"En Uruguay el Estado tiene capacidad y fondos para entrar a la producción", explicó y contrapuso la situación de su país: "En Guatemala, el Estado es raquítico. No hay para papel de baño en los hospitales menos para, regular la producción (de marihuana)", sentenció.
La sesión sobre drogas estaba originalmente prevista para 2019, pero fue adelantada a pedido de Colombia, Guatemala y México. El último debate sobre las drogas de los 193 países de la Asamblea General tuvo lugar en 1998.