Los 18 exportadores buscaban sellar un acuerdo para congelar la producción a los niveles de enero pasado, como un primer paso para contener la sobreoferta diaria de 2,5 millones de barriles (de 42 galones) en un mercado global de 94 millones de unidades.
Arabia Saudí "acompañó a Doha a otros socios de la OPEP hasta demostrarles que el fracaso de un acuerdo de congelar la producción es culpa de Irán", dijo a Sputnik Nóvosti el académico Elie Habalián, exgobernador de Venezuela ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
El ministro venezolano de Petróleo, Eulogio del Pino, dijo desde Moscú, a donde acudió para un foro sobre petróleo y gas, que la cita en Doha "fue muy decepcionante", pues "lamentablemente, se usó la reunión para presiones políticas".
La nuez del asunto, ha recordado a Sputnik Nóvosti Kenneth Ramírez, del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales, está en que Arabia Saudí "no hará concesiones para favorecer a Irán", un país que en vez de congelar producción quiere aumentarla para recuperar mercados perdidos durante años bajo sanciones internacionales.
Habalián advirtió que Arabia Saudí "se ha preparado muy bien para la actual guerra de desgaste, en lo geopolítico y económico", con la acumulación de reservas financieras durante los años de bonanza de precios.
Ubicar la culpa del fracaso en Doha "no es ningún secreto: fueron Arabia Saudí y una serie de países del golfo pérsico", dijo a la cadena de televisión rusa NTV el ministro de Energía de ese país, Alexandr Nóvak.
Quiroz también recogió el parecer de expertos según el cual "congelar producción a los niveles de enero no reducirá la sobreoferta, pues la manera de hacerlo que tienen los exportadores es con recortes concertados de producción".
La OPEP, con promesas de mantener el diálogo desde fuera de la organización, volverá a examinar estos temas en su reunión semestral del próximo junio.