Hoy en día, cuando los costos de las nuevas tecnologías y la construcción naval crecen drásticamente, hace falta tomar decisiones difíciles, opina Andrew Locher. Sin embargo, a Estados Unidos no le sobra dinero para mantener la flota en disposición de combate ni garantizar la seguridad para el futuro. EEUU simplemente “no puede permitirse el lujo de una Armada de 600 barcos”, señala el periodista. Muchos analistas militares aseguran que EEUU no necesita tantos buques, ya que existen sistemas de armas y tecnologías más avanzadas.
El artículo destaca el papel de los submarinos que se hacen cada vez más importantes que los buques de superficie.
La Marina de EEUU utiliza submarinos de tres tipos. Los submarinos nucleares equipados con misiles de crucero se utilizan para realizar misiones comunes, incluyendo el transporte de las fuerzas especiales. La Armada tiene previsto suprimir los submarinos de este tipo, lo que se reflejará considerablemente en la fuerza de choque del país, ya que llevan a bordo 150 misiles de crucero "Tomahawk".
“Pero nosotros no podemos permitirnos mantener este tipo de submarinos, ni crear nuevos submarinos para reemplazarlos”, constata el autor del artículo.
Por último, a disposición de la Armada están los submarinos nucleares equipados con misiles balísticos. Precisamente estos submarinos llevan la mayor parte de las armas nucleares de EEUU, asegura Andrew Locher. En el sentido estratégico este es el componente más valioso de la tríada nuclear (vehículo de transporte de armas nucleares contra los objetivos basados en tierra, mar y aire). Estos submarinos son discretos, móviles y pueden acercarse a la meta, lo que reduce el tiempo de enfoque de los misiles. Nadie cuestiona el valor de este tipo de submarinos. Pero el problema es que queden anticuados y su reemplazo cueste demasiado dinero. Se estima que para reemplazar tan solo un submarino de clase Ohio serían necesarios más de 10 mil millones de dólares. Para cada uno La Armada ya ha destinado más de 100 mil millones de dólares en el desarrollo y la construcción de estos nuevos y poderosos submarinos.
El periodista señala que las Fuerzas aéreas de Estados Unidos desarrollan nuevos bombarderos invisibles de armas nucleares de largo alcance.También tienen planes de modernizar los misiles balísticos intercontinentales. Se estima que el mantenimiento de toda esta tríada durante los próximos 10 años costará a los contribuyentes 348 mil millones de dólares. Esta valoración de enero de 2015 la realizó la página web Daily Beast.
“Mantener y modernizar las fuerzas nucleares resulta inconcebible teniendo en cuenta nuestra deuda nacional. Cada centavo invertido es de vital importancia. Los diferentes tipos de nuestras fuerzas armadas están luchando por el presupuesto de defensa, porque simplemente no cubrimos las necesidades”, explica el autor.
“El 29 de marzo aparecieron varias publicaciones que decían que uno de nuestros submarinos nucleares de choque más recientes ‘Minnesota’ está aparcado dado que necesita reparación y no es apto para navegar. Este barco cuesta 2.7 mil millones de dólares, formó parte de la flota en 2013, y lo calificaron como uno de los mayores éxitos en el campo de las adquisiciones militares”.
Los mismos defectos se descubrieron en otros submarinos que cuestan cientos de millones de dólares. El Ministerio de Justicia de Estados Unidos está llevando a cabo una investigación para determinar si se debe abrir una investigación criminal o tomar otras medidas punitivas.
“Nuestro país está maldito por desobedecer las leyes de Dios. Esa maldición inevitable destruye nuestra, en algún momento, gran superpotencia. Cuando la Marina debe ampliar sus operaciones, actuando en condiciones de un presupuesto limitado, este ejemplo de engaño solo refuerza la situación desesperada en la que está EEUU. Después de haber invertido más de seis mil millones de dólares, la Marina de Estados Unidos recibió tres nuevas embarcaciones, que no son adecuadas para la navegación o pueden constituir un peligro para la tripulación en caso de salir a una misión. Necesitan reparación”, dice el artículo.
“No es sólo la pérdida de la voluntad de luchar. Estados Unidos pierde la capacidad de combatir”, asegura Andrew Locher.
“Nuestro país está maldito, y los nuevos sistemas de armas no detendrán el debilitamiento constante de nuestro poder. Como ya informó The Trumpet, otra maquinaria, como el avión de combate F-35, se toma a servicio con defectos conocidos. El precio, que pagarán nuestros militares, será catastrófico”, concluye Andrew Locher.