Además de los policías federales que viajaban en dos autos patrullas, otros agentes cuya participación se ignoraba, de la Policía Municipal de Huitzuco, pueblo vecino a 20 km de Iguala, participaron en la masacre contra los jóvenes que se trasladaban en cinco autobuses, saldada con siete muertos, 25 heridos y 43 desaparecidos.
Al lugar llegaron dos patrullas federales –que luego se retiraron tras dialogar con los agentes de Iguala- y tres patrullas más de Huitzuco, según la nueva pieza del rompecabezas de las pesquisas.
Después de ser obligados a bajar del autobús, los estudiantes de la escuela rural de maestros de Ayotzinapa "habrían sido llevados al Municipio de Huitzuco, para presentarlos ante quien se identifica como 'El Patrón', posible líder de una organización criminal y quien resolvería sobre su destino", dice la revelación de la CNDH.
Las fotos del militar
La investigación del llamado Caso Iguala "es un expediente abierto y debe ser asumido como prioridad nacional", dijo González Pérez al presentar el informe.
"Hoy (jueves) se confirmaría esa nueva ruta con la posible participación de agentes de dos corporaciones policiales adicionales a la municipal de Iguala, en la desaparición de los estudiantes" que se trasladaban en el autobús de la empresa Estrella de Oro número 1531 aquella noche, "específicamente, de la Policía de Huitzuco y de dos agentes de la Policía Federal", dice el informe de la CNDH.
El militar tomo fotografías de las patrullas y al ser descubierto por los policías "se retiró del lugar a pie abandonando su motocicleta", pero "hizo 4 tomas fotográficas en la escena criminal", dice el reporte de la CNDH.
La participación de esos agentes federales y municipales no formaba parte de la llamada "verdad histórica" de la Fiscalía federal, que solo identificó a dos jóvenes desaparecidos por análisis de ADN a restos calcinados, encontrados en el basurero y un río de otro pueblo cercano, Cocula, adonde fueron entregados a sicarios del narcotráfico de ese municipio y de la ciudad de Iguala.
La revelación fue presentada a pocos días de que una misión de expertos independientes de la Comisión Interamericana de DDHH (CIDH) entregue su informe final de más de un año de colaboración con la Fiscalía federal, gracias a un convenio internacional que el Gobierno de Enrique Peña expresó que no desea renovar.
Un autobús marcado
En ese autobús –prosigue la revelación- viajaba Alexander Mora Venancio, uno de los dos estudiantes identificados por análisis genéticos de ADN en el Instituto Forense de Innsbruck, Austria.
En el conjunto "estarían participando en total, agentes policiales de cuatro corporaciones", Iguala, Cocula, Huitzuco en la desaparición de un grupo conformado por entre 15 a 20 normalistas en el Puente del Chipote.
La CNDH dice que la pista fue ofrecida por un testigo, cuyo nombre se mantiene en reserva, con quien "logró la confianza" y aportó información fundamental.
Dos autobuses de los que fueron sustraídos los jóvenes —uno bloqueado en el Centro de Iguala, entregado a la policía de Cocula, y otro detenido en el Puente del Chipote, pertenecen a la línea de transporte de pasajeros Estrella de Oro.
Para establecer el móvil de los ataques, la CNDH pide investigar si fue circunstancial que "son los mismos en los que originalmente los estudiantes se trasladaron de la Escuela Normal de Ayotzinapa a Iguala", o si la situación obedeció a otra razón.
La CNDH denuncia que representantes de una empresa –que no menciona- habrían obstaculizado sus investigaciones y, "en algún sentido, encubierto a probables responsables".
Un pueblo con historia
El nombre completo del pueblo es Huitzuco de los Figueroa, feudo del patriarca Rubén Figueroa I, Gobernador de Guerrero (1975 a 1981), durante la "Guerra Sucia" contra guerrillas izquierdistas.
Les sigue Rubén Figueroa III, quien es ahora diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Congreso de Guerrero.
Otro descendiente del clan, el alcalde de Huitzuco —que significa 'lugar de Espinas' en náhuatl-, Norberto Figueroa, fue reportado en 2013 como desaparecido, tras ser acusado de proteger a narcotraficantes.
La saga familiar fue recordada en noviembre de 2014 por el periodista de investigación Ricardo Fuentes Vivar bajo el título 'Ayotzinapa y los Figueroa'.
La propuesta fue hecha "cuando este personaje ya tenía posibles nexos con el narcotráfico", antes de que lo nominara el Partido de la Revolución Democrática (PRD, centroizquierda), que lo hizo ganar.