A más de un año de trabajo científico independiente, el EAAF ha concluido que "desde el punto de vista de evidencia física recolectada y analizada proveniente del basurero de Cocula, Guerrero, no es posible que los presuntos perpetradores hayan incinerado en ese lugar a los 43 jóvenes", indica el reporte presentado en conferencia de prensa.
"No hay consistencia entre la evidencia física y la evidencia testimonial", indica el EAAF, una institución con más de 30 años de trayectoria, fundada para investigar las desapariciones forzadas de las dictaduras militares en Sudamérica.
"A partir del análisis técnico interdisciplinario en ambas dimensiones, el EAAF concluye que la evidencia científica y la evidencia testimonial no son consistentes; por tanto, no respalda la hipótesis que postulara la Procuraduría General de la República (PGR)", de que un buen número de jóvenes fue incinerado en ese lugar, asegura la entidad.
El equipo interdisciplinario de 26 peritos de Argentina, México, EEUU, Colombia, Uruguay y Canadá incluye expertos en arqueología, antropología, criminalística, entomología, botánica forense, balística, dinámica de fuego, interpretación de imágenes satelitales, odontología forense, genetista y especialistas en trauma óseo.
Pruebas y conclusiones
Al examinar la vegetación circundante al basurero, el EAAF concluyó que "no se encontraron señales de fuego abundantes en dichas plantas, como tendría que haber sido el caso de ocurrir un fuego de grandes magnitudes".
El EAAF concluye categóricamente que: "la madrugada del 27 de septiembre de 2014 no hubo un fuego de las dimensiones necesarias para la quema de 43 personas, si eso hubiese ocurrido, el tocón se hubiese consumido".
Las declaraciones de los presuntos perpetradores presentaron contradicciones significativas: "la forma en que se colocaron los restos de las víctimas, los neumáticos, los troncos y el resto del material varía significativamente", según las confesiones.
"No respaldamos la hipótesis de que hubo un fuego de la magnitud requerida y de la duración informada", en la hipótesis de PGR, replica el EAAF.
El peritaje documenta la existencia de restos no correspondientes a los estudiantes; por ejemplo, una prótesis dental unida a un fragmento de mandíbula, incluyendo la raíz.
"No es posible afirmar que todos los restos óseos se hayan generado en un solo evento", puntualiza el informe.
El EAAF concluye que "no hay consistencia entre la evidencia científica y la evidencia testimonial, por lo que determina que en el Basurero de Cocula no pudo haber ocurrido el evento con el que en su "verdad histórica" la PGR pretendió dar por resuelta la desaparición de los 43 normalistas".
Una bolsa con restos humanos fue rescatada de un río cercano al basurero de Cocula, y permitió identificar a dos jóvenes en un laboratorio forense en Innbruck, Austria.