"Para la fecha no se observan condiciones para plantear una posible normalización", indicó el ente.
La Cancillería rusa recordó las declaraciones del ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, quien en una entrevista con la televisión A Haber destacó "avances positivos" en las relaciones entre Rusia y Turquía.
Moscú indicó que "no hay fundamentos" para hacer semejantes conclusiones y reiteró que "la responsabilidad de la crisis actual recae en su totalidad sobre las autoridades turcas".
La Cancillería rusa constató que las declaraciones de Ankara se enmarcan en el contexto de la campaña informativa mediante la cual el Gobierno turco tergiversa la situación real en las relaciones entre los dos Estados.
Las relaciones entre Moscú y Ankara se deterioraron después de que un caza turco derribara en territorio sirio en noviembre de 2015 un avión militar ruso Su-24 que retornaba a su base tras bombardear objetivos terroristas.
Tras el derribo de la aeronave, calificado por el presidente Vladímir Putin como una "puñalada por la espalda", Moscú impuso restricciones económicas a Turquía en los ámbitos de comercio, educación, turismo y empleo.