CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) — “Estamos ante un error estratégico de política energética gubernamental”, dijo el investigador en temas petroleros de la Escuela de Gobierno y Política Transformacional del prestigioso Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
México, décimo productor mundial de crudo, “abdica de su papel protagónico que ha jugado en otros momentos de bajos precios”, como lo hizo a finales de los años 90 del siglo XX.
El gabinete federal de Energía “ha dejado pasar grandes oportunidades de incidir, como ocurrió en la reciente gira del Presidente a Medio Oriente”, en enero de 2016, al no participar en los cabildeos de los grandes productores, dijo el investigador del programa de posgrado sobre la Reforma Energética, considera el académico.
“Este es un signo positivo, una señal importante para los mercados en el marco del descenso de la actividad económica de China y EEUU”, dijo el analista.
No sería la primera vez que el país latinoamericano participa de ese tipo de cabildeo: en 1998, México tejió una alianza tripartita y se distribuyó la reducción de 300.000 barriles diarios (b/d) con Arabia Saudita y Venezuela, un acuerdo al cual se unió después la OPEP y acordó un retiro toral de 1,7 millones de barriles diarios que logró duplicar los precios petroleros.