Esta es la primera vez en el año que el precio del tonel de petróleo del país latinoamericano sube arriba de la marca psicológica de los 30 dólares, luego que a finales de febrero el Gobierno de Enrique Peña ajustó el precio promedio estimado a la baja, de 50 a 25 dólares por barril para todo 2016.
Con el precio sostenido este jueves, el promedio anual del barril de crudo mexicano 2016 se acerca al nuevo promedio previsto, al colocarse en 24,99 dólares.
Los precios de esta semana han mejorado ante las expectativas de una reunión prevista en la capital rusa para este mes de marzo, destinada a examinar un congelamiento de los niveles de producción a niveles de enero pasado –impulsado por Riad y Moscú-, pero los rumores de una ausencia de Irán en esta jornada, atemperaron la tendencia positiva de los primeros día de la semana.
Factor iraní, cautela mexicana
Los moderados retrocesos de los precios en esta jornada que los analistas atribuyen sobre todo al factor iraní, también se reflejaron el WTI que se negocia en Nueva York, que cedió para colocarse en los 37,84 dólares por barril (-1,18%).
Irán actúa con escepticismo ante el cabildeo por congelar la producción a niveles de enero —una primera señal para estabilizar los mercados-, debido a su interés en relanzar su producción, luego de retornar a los mercados, gracias al reciente fin de las prolongadas sanciones económicas internacionales impuestas por sus programas nucleares.
Teherán ha anunciado que busca añadir al menos 500.000 barriles diarios (b/d) de crudo a sus niveles actuales de producción, que rondan de 3 millones b/d.
Aún así, la recuperación del precio esta semana es una reacción al cabildeo de los países productores —OPEP y No-OPEP-, tras las brutales caídas de casi 70 por ciento desde sus pico de 2014, causada por una sobreoferta de los suministros globales, estimada en alrededor de 2 millones de b/d.
La semana pasada, el ministro de Energía de Rusia, Alexandr Nóvak, informó que la reunión en Rusia de los países miembros de la OPEP y otros productores de petróleo podría celebrarse entre el 20 de marzo y el 1 de abril, o en otras ciudades rusas, Doha o Viena.
Otro factor que alienta la dinámica alcista de los precios esta semana son los nuevos reportes sobre la reducción de la extracción del petróleo de esquisto en EEUU, las primeras víctimas en la guerra de precios saudita.
México también batalla por relanzar su alicaída producción, para mantener las posiciones de mercado con su principal cliente, EEUU, y no parece muy interesado en participar en el cabildeo internacional por estabilizar los precios.
Funcionarios de la Presidencia y la Secretaría de Energía del gobierno, consultados por Sputnik Nóvosti, han postergado varias veces emitir un comentario solicitado desde que se conoció la iniciativa de congelar la producción a niveles de enero.
El gobierno de Enrique Peña ha aplicado un drástico recorte de unos 5.500 millones de dólares al presupuesto de Pemex este año, debido al derrumbe de los precio del crudo, de manera que la producción de México caerá un 5 por ciento en 2016, lo cual incluye dejar de producir unos 100.000 barriles diarios en costosos campos no convencionales, que no son rentables a precios actuales.
El recorte presupuestal obligará a la petrolera estatal a suspender sus estratégicos proyectos de refinación y producción de petróleo cuyo coste rebase los 25 dólares por barril, como los yacimientos de esquisto en Coahuila, en la frontera con EEUU, y en las aguas profundas del Golfo de México.
La producción petrolera de México bajará así, de un promedió los 2,27 millones barriles al día en todo 2015, a 2,13 millones de b/d en 2016, es decir unos 140.000 b/d menos en promedio, según el anuncio de Pemex la semana pasada.