Entre más automóviles eléctricos circulen por las calles y más computadoras y celulares se vendan, el litio, el "petróleo del futuro", será cada vez más requerido, y el "triángulo del litio", entre Argentina, Bolivia y Chile, que contiene el 85 por ciento de las reservas mundiales, será el objeto de la codicia de las grandes empresas de automóviles y comunicaciones, que dependen del preciado metal para sus cada vez más exigentes baterías.
La compañía Posco, la principal siderúrgica de Corea del Sur, anunció que el comienzo de la construcción de una planta para la producción de litio para baterías en la provincia de Salta, Argentina. Según La Nación de Buenos Aires, empresarios japoneses y australianos de la empresa Orocobre Limited desarrollan proyectos de litio para Toyota Tsusho y Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (Jemse) en la provincia argentina de Jujuy. Por su parte, un grupo de empresarios jujeños se reunió con el embajador de China para desarrollar un proyecto minero. En la comitiva del presidente François Hollande, de visita en Buenos Aires el 24 de febrero, participan empresarios del grupo Eramet, que va a invertir 260 millones de dólares en sociedad con la empresa pública Remsa de Salta.
De acuerdo con el diario, Argentina tiene más de 128 millones de toneladas de carbonato de litio, la cuarta reserva mundial, y se calcula que la producción de los próximos cuatro años abastecería toda la demanda de la industria japonesa de baterías para celulares y autos eléctricos en todo el mundo.
Organizaciones defensoras del medio ambiente y las comunidades indígenas han denunciado los posibles efectos de la extracción de litio en los salares, debido al elevado consumo de agua y a los elementos químicos que se utilizan. En 2010, 33 comunidades originarias presentaron una acción de amparo a la Corte Suprema de Justicia argentina exigiendo una consulta previa sobre estos proyectos, y, ante la negativa de la Corte, se dirigieron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
"Cada salar tiene sus problemáticas. En Salinas Grandes, ubicado en las provincias de Salta y Jujuy, las comunidades están muy organizadas y piden que no entre ninguna empresa minera hasta que se cumpla con la consulta", agrega Marchegiani.
La discusión son los impactos ambientales, pues las comunidades no saben bien qué cambios traerá esa explotación, dependiendo de la cantidad de agua que se necesite. "No hay estudios claros de base, que den cuenta del funcionamiento de toda la cuenca hídrica, para ver cuánta agua requiere cada proyecto", agrega.
"Cada salar tiene determinados componentes particulares, donde, de acuerdo con las técnicas que se utilicen, se generan distintos impactos. Hay que ver qué calidad tiene el litio de cada salar, si hay magnesio, cuál es el nivel de precipitaciones, de evaporación y las técnicas para sacar ese carbonato de litio", señala. Como la extracción se basa en agua y evaporación, en piletas donde se agregan elementos químicos para precipitar los minerales, la pregunta es qué pasa con esos químicos y cómo afectan a los sistemas de los salares.
China se ha fijado la meta de contar con cinco millones de autos eléctricos para 2020. Nissan y Renault anunciaron que las ventas de vehículos impulsados por baterías de litio alcanzaron un récord en 2015, mientras que la alemana Audi comenzará a producir su primer deportivo utilitario eléctrico (SUV, por sus siglas en inglés) en 2018. Tesla, el fabricante de autos eléctricos de lujo, tiene planes para abrir la primera de sus "Gygafactories", gigantescas plantas de baterías, en Nevada, y va a requerir 25 mil toneladas de hidróxido de litio anuales, 45 por ciento de la oferta mundial.