El titular señaló que "Turquía es un ejemplo al respecto, al brindar refugio a casi tres millones de personas".
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El ministro criticó la posición de Rusia, que apoya al Partido de la Unión Democrática de los kurdos sirios, considerado terrorista por Ankara y vinculado con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), prohibido en Turquía.
"Rusia piensa que el Partido de la Unión Democrática combate a Daesh, pero en realidad junto a los kurdos de Irak quiere controlar un territorio hasta el mar Mediterráneo; Rusia pronto comprenderá eso", añadió.
Desde la semana pasada la artillería turca bombardea posiciones de las Unidades kurdas de Protección Popular (YPG en kurdo) en la base aérea de Menagh, provincia de Alepo, en el norte de Siria, así como en sus alrededores.
El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, afirmó que los ataques son una represalia contra las YPG, a las que Ankara considera organización terrorista y presenta como una amenaza en la frontera turca.
Los bombardeos turcos contra las fuerzas kurdas provocaron una ola de críticas tanto de Rusia como de países occidentales.
Desde marzo de 2011 Siria vive un conflicto armado que se ha cobrado más de 250.000 vidas, según la ONU.
Las tropas gubernamentales se enfrentan a distintos grupos armados, incluidos Daesh y el Frente al Nusra, vinculado con Al Qaeda, proscritos en Rusia y otros países.