"Es una desfachatez descarada que "think tanks" (centros de estudios) occidentales acusen a Sputnik de desinformación e intoxicación informativa e ideológica, cuando el fenómeno es exactamente el inverso", afirmó el analista de asuntos internacionales.
El CEPA, en un informe difundido el mes pasado, acusa a Sputnik de promover una campaña de desinformación en Europa en favor de los intereses de Moscú.
"¿Quién ha captado países bajo su órbita con promesas de ayudas económicas, y protección militar bajo escudos para rodear y amedrentar a Rusia ahora que vuelve a tener un rol activo en la política internacional construyendo un mundo multipolar?", preguntó Bajo.
En su criterio, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es el brazo armado de EEUU y Occidente, y promueve una acción militar y política hostil de los exaliados de Moscú para afectar la política internacional rusa.
"¿Quién hace campañas mediáticas en países como Polonia, República Checa, los tres países Bálticos, Ucrania y otros para alentar un sentimiento rusófobo y presentar a Occidente, a la Unión Europea —cuya política exterior la ordenan desde Washington- como los salvadores y solucionadores de todos los problemas?", interrogó una vez más Bajo.
El analista señaló que el CEPA se presenta como un "laboratorio de ideas" donde supuestamente se estudia y analiza el rol que cumplió Occidente en la crisis de Ucrania, "que es el campo de batalla y la prueba de fuego para que otros países sigan el mismo camino con promesas de felicidad y ajuste neoliberal".
Sin embargo, el centro de estudios en realidad es un "laboratorio de injerencia", sostuvo.
Bajo lamentó que se critique a Sputnik, que expresa una "voz contrahegemónica".