La obsesión del país norteamericano en aventajar a Rusia en la esfera de las relaciones públicas es evidente, pero a pesar de tener recursos financieros incomparables, los medios estadounidenses fallan en eliminar la visión rusa, afirma Richard Pace en su artículo para el sitio web Everything PR.
El año pasado el nuevo jefe de la agencia federal de radio y televisión estadounidense (BBG, por su siglas en inglés), Andrew Lack, puso la cadena rusa RT en la lista de las amenazas más importantes para EEUU junto con Daesh y Boko Haram —ambos grupos terroristas y proscritos en Rusia—. "Las discrepancias que EEUU tiene con Rusia en varios aspectos, no es razón para equiparar otra superpotencia con terroristas que matan a inocentes por todo el mundo", dice Pace.
"En vez de alarmarse, uno puede buscar las raíces del por qué la posición rusa es atractiva. Tal vez los fracasos de la política de EEUU tengan algo que ver con la derrota mediática. Rusia logró su victoria limpiamente", opina el experto.
Pero el volumen y el método de financiación de BBC no le molestan ni a BBG ni a EEUU porque están de acuerdo con el mensaje británico, destaca Pace. Es el derecho de EEUU de estar de acuerdo con BBC, pero presentar su punto de vista es también un derecho para Rusia en un mundo libre. Tiene una obligación de hablar por su pueblo.
"Las relaciones públicas no siempre dependen del volumen de los presupuestos. Si el país norteamericano siente que pierde ‘la guerra mediática' —que es verdad—, debe examinar las causas", concluye el autor.