Además, afirmó que hay información de que el asalto podría haber sido orquestado por extranjeros.
"En la primera etapa de la investigación esta hipótesis no se tomó en cuenta, pero posteriormente quedó claro que se trata de una pista extranjera", dijo.
Según Sheijoleslam, la reacción de Arabia Saudí al incidente "no fue tan tolerante como hubiera debido ser".
"Durante la Revolución Islámica nuestra embajada en Londres también fue atacada (…) Tras el incidente nosotros no rompimos los lazos diplomáticos con el Reino Unido, no mostramos agresión", argumentó.
Las relaciones entre Arabia Saudí e Irán se agravaron después de que a principios de 2016 Riad anunciara la ejecución de 47 personas, entre ellas el clérigo chií Nimr al Nimr.
La noticia de su ejecución provocó protestas masivas y ataques a la embajada de Arabia Saudí en Teherán y el consulado en Mashhad. En respuesta, Arabia Saudí rompió relaciones diplomáticas con Irán.