En entrevista con Sputnik Nóvosti, el especialista en infectología de la Universidad Pontificia Católica (PUC) de Río de Janeiro, Dr. Rómulo Macambira, alertó sobre el "efecto multiplicador" que tendrá en el número de casos de zika y dengue las aglomeraciones provocadas por los 5 millones de turistas que acudirán al Carnaval.
"Imagine que el mosquito Aedes Aegypti, transmisor del dengue y virus zika, suele preferir la basura y los lugares sucios para reproducirse; pues bien, imagine ahora las montañas de basura que se van a acumular en las calles de Río de Janeiro durante el Carnaval y tendrá el mayor criadero de mosquito Aedes del mundo", explicó el reconocido profesor.
En su opinión, aunque las campañas de prevención de las autoridades municipales y federales son "importantísimas", el principal problema que enfrentará la ciudad de Río de Janeiro a la hora de combatir la propagación del virus zika será la "total falta de educación entre las capas más bajas de la población para la prevención de las enfermedades infecciosas y transmitidas por el Aedes".
"En los 64 años en los que he practicado la medicina he podido constatar que la inmensa mayoría de los afectados por estas enfermedades son personas de baja renta", sentenció Macambira, quien señaló la falta de sistemas de saneamiento o recogida de basuras en las miles de favelas de Río de Janeiro que, según él, actúan como "los verdaderos focos de expansión de la enfermedad".
Por último, el profesor recomendó a los turistas que deseen visitar el mayor Carnaval del mundo que "extremen las precauciones durante las grandes aglomeraciones de personas ya que será en estas en las que los mosquitos actúen con mayor virulencia" y que "sigan las recomendaciones de la Agencia Nacional de Vigilancia en Salud en cuanto al uso de repelentes".
"Todavía no tenemos comprobación científica de si el virus zika puede ser contagiado a través del sexo, pero teniendo en cuenta como es el Carnaval de Río de Janeiro estaría bien que la gente opte por el preservativo", concluyó Macambira en una irónica referencia a los 3,13 millones de preservativos que el Ministerio de Salud de Brasil distribuirá únicamente en la "Cidade Maravillosa".