Un hombre habría muerto en medio de las protestas, según un reporte de la radio local Metropole que no pudo ser verificado por Sputnik Nóvosti.
El hombre aparentemente armado disparó hacia una multitud de manifestantes en Pétionville, suburbio de Puerto Príncipe, y fue rápidamente reducido y golpeado hasta la muerte, dijo la emisora.
Los airados manifestantes intentaron romper el cerco policial que rodeaba la sede del CEP, ante lo cual la policía disparó al aire y lanzó gases lacrimógenos.
Las protestas se extendieron por el resto de Pétionville, con manifestantes incendiando llantas y destrozando ventanillas de los automóviles estacionados, informó Metropole.
El presidente del CEP, Pierre Louis Opont, sostuvo en rueda de prensa que los comicios se suspendían por la ausencia de condiciones para llevarlos a cabo con normalidad.
Durante toda la semana se reiteraron las protestas y los disturbios, y el viernes varios centros electorales fueron incendiados en diferentes regiones del país, según el sitio de noticias Haitilibre.
Las manifestaciones fueron convocadas por senadores opositores que llamaron a la población a la desobediencia civil contra unos comicios que consideran "una farsa", y a levantar barricadas en sus vecindarios desde el viernes para impedir el tránsito, indicó Haitilibre.
Las autoridades no divulgaron una nueva fecha para las elecciones, y un discurso del presidente Martelly anunciado para la tarde del viernes fue cancelado.
En la primera vuelta del 25 de octubre, el candidato oficialista Jovenel Moïse obtuvo el 32,76 por ciento de los votos, contra el 25,29 por ciento del opositor Jude Célestin, quien se retiró formalmente de la contienda el lunes alegando que se había cometido un fraude generalizado.
La ley electoral prevé que, en caso de renuncia del segundo candidato más votado, su lugar debe ser ocupado por el tercero, Moise Jean Charles, quien también se retiró en protesta por las irregularidades.
La mayoría de los miembros del Senado habían aprobado el miércoles una resolución recomendando al CEP que suspendiera las elecciones.
Haití ha estado sumido en estabilidad y violencia política desde la década de 1990, cuando fue derrocado el primer presidente elegido democráticamente en ese país, Jean-Bertrand Aristide.
Además, el país caribeño aún vive los efectos del mortífero terremoto de 2010, que causó unos 200.000 muertos y una devastación todavía muy visible en Puerto Príncipe y zonas aledañas.