En la concentración se repitieron los abucheos a los medios de comunicación y los gritos reclamando la dimisión de la canciller federal, Angela Merkel.
Tatjana Festerling, una de las portavoces de Pegida, comparó a Merkel con un "emperador romano" que ha perdido el contacto con los ciudadanos y denunció "la inundación ilegal con inmigrantes procedentes de países islámicos" que, en su opinión, se está produciendo en Alemania.
Según Festerling, "no hay ninguna voz en el Parlamento que se alce contra el desgobierno alemán".
"La única oposición en Alemania está en la calle, somos nosotros, es Pegida y es Alternativa para Alemania (AfD)", agregó en lo que varios medios consideran una llamada al voto euroescéptico.
Pegida planea para el 6 de febrero manifestaciones en toda Europa.
Además de Dresde, se han anunciado concentraciones en Varsovia, Tallin, Praga, Bratislava, Ámsterdam y Birmingham.