El objetivo, según los organizadores, es reivindicar la identidad cristiana de Occidente.
La manifestación se convocó frente a la orilla del Elba en lugar de la Plaza de la Ópera, tradicional lugar de concentración del movimiento.
Lutz Bachmann, el portavoz de Pegida, volvió a reclamar en su discurso la dimisión de la canciller federal de Alemania, Angela Merkel.
"Queridos amigos, os olvidáis de algo: Merkel tiene que marcharse rápido", dijo entre aplausos.
Siegfried Däbritz, otro de los portavoces de Pegida, alertó en su discurso contra la, en su opinión, islamización del continente, que podría convertirse en "Eurabia" (contracción de Europa y Arabia).
Mientras, en el barrio de Neustadt se convocó una contramanifestación a la que también asistieron miles de personas.
Pegida ha convocado su próxima concentración para el 4 de enero.
El movimiento Pegida, que comenzó sus actividades en 2014, reclama al Gobierno controles más estrictos a la inmigración y denuncia la, a su juicio, expansión del islamismo en Europa.