El canciller federal Werner Faymann comunicó al diario Kronen-Zeitung que el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa están estudiando mecanismos para expulsar a los llamados refugiados económicos, como se denomina a quienes huyen de la deteriorada situación económica en sus países de origen.
"Si se quiere dar una oportunidad a los refugiados de guerra, entonces se ha de ser consecuente con los refugiados económicos y decirles que no", dijo Faymann al recalcar que Austria necesita mantener las plazas exclusivamente para los refugiados de guerra.
El canciller también avanzó que Viena está estudiando introducir una cuota si no se encuentra "ninguna solución comunitaria" a la crisis de los refugiados, una medida que apoyan los conservadores del ÖVP, que forman parte de la coalición de Gobierno.
Este lunes se supo que, según la Policía de Alta Austria (Estado federal austriaco fronterizo con Baviera) al diario Standard, la Policía alemana envía a los refugiados al país vecino alegando que éstos no quieren inscribirse como refugiados en Alemania, sino en otros países, o poseen documentos de identidad falsos que impiden su registro.
Standard, que cita a voluntarios de Salzburgo, describía cómo la Policía bávara ha llegado a transportar a peticionarios de asilo rechazados a Freilassing, a tres kilómetros de distancia de la frontera con Austria, y luego les ha instado a cruzarla ilegalmente; de este modo, explica, los refugiados son los únicos responsables legales del cruce de la frontera.
Según el Interior austriaco el año pasado 90.000 personas pidieron asilo en Austria, un aumento del 200 por ciento frente a 2014, que registró 28.000 peticiones.
La mayoría de solicitudes provino de sirios (25.064) y afganos (25.202).