A este respecto, Putin elogió la gestión del presidente egipcio Abdelfatá al Sisi, quien "tuvo el valor de asumir la responsabilidad y el control del país" y evitó así que en Egipto se produjera un escenario similar al libio.
"En mi opinión, hay que esforzarse al máximo para reforzar el poder legítimo en los países de la región, y esto se refiere a Siria (…) pero esto no quiere decir que haya que dejar las cosas como están; por supuesto que hay que realizar reformas políticas sobre la base de esta estabilización", afirmó.
"Está combatiendo a los que se levantaron en armas contra él. Y si sufre la población civil, creo que la responsabilidad la tienen los que luchan contra él a mano armada y los que apoyan a grupos armados", insistió.
Al mismo tiempo, Putin insistió en pedir una transición política en Siria basada en la reforma constitucional, como condición indispensable para la estabilidad, la seguridad y el futuro desarrollo económico de este país.
"Solo en este caso se podrán (…) crear las condiciones para que (los sirios) no tengan que huir a Europa y vivan en sus propias casas, en su propio país", recalcó.