"El secretario general ha pedido investigar minuciosamente y de forma independiente este y otros ataques similares", comentó este lunes el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.
Varios medios occidentales informaron el lunes, citando al Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que aviones rusos supuestamente atacaron cerca de Alepo una escuela y causaron diez niños muertos.
Según ha señalado Dujarric, las "informaciones sobre ataques a escuelas y hospitales en Siria son muy frecuentes últimamente".
"Si se confirma este ataque será una grave infracción del derecho internacional", indicó el portavoz de la ONU.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, John Kirby, no pudo confirmar las acusaciones de que la aviación rusa fue responsable de este bombardeo.
Sin embargo, Kirby reiteró que según los cálculos de EEUU el 70 por ciento de los ataques rusos en Siria se dirigen contra "los grupos opositores u objetivos civiles".
Entretanto, el Ministerio de Exteriores de Rusia ha comentado que las informaciones sobre las presuntas víctimas civiles de los ataques de la Fuerza Aérea rusa son parte de la guerra de la información.
La Cancillería rusa ha asegurado que los ataques contra las posiciones de los terroristas son lanzados tras una operación de reconocimiento y, además, lejos de objetivos civiles como escuelas y hospitales.
En el caso del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, la parte rusa desconfía de la información que brinda: ha trascendido que dicho Observatorio cuenta con solo dos empleados, el director y el intérprete.
La Fuerza Aeroespacial de Rusia comenzó el pasado 30 de septiembre una operación antiyihadista en Siria atendiendo a una petición del presidente Bashar Asad.
Los objetivos de los bombardeos rusos son las posiciones de grupos como Daesh (autodenominado Estado Islámico) o el Frente al Nusra, organizaciones terroristas proscritas en Rusia y otros países.