"Estamos en contra de la división de Siria", constató, agregando que resulta imprescindible realizar enmiendas a la Constitución de ese país para garantizar los derechos de las minorías étnicas y religiosas.
El canciller ruso considera que Siria deberá seguir siendo un estado laico con un Gobierno de unidad nacional.
"Hemos acordado dos documentos que reflejan un consenso, todas esas formulas han sido aprobadas", advirtió el diplomático al referirse a los documentos firmados durante los encuentros de Viena.
En noviembre pasado Viena albergó la segunda ronda de consultas sobre el conflicto sirio.
En la reunión estuvieron presentes representantes de Rusia, EEUU, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Arabia Saudí, Turquía, Irán, la ONU y otros actores regionales, así como representantes de la UE, la Liga Árabe y la Organización de la Cooperación Islámica.
Lea también: Lavrov y Mogherini destacan necesidad de impulsar proceso de paz en Oriente Próximo
Los asistentes acordaron que las negociaciones entre Damasco y la oposición se llevarían a cabo a más tardar el 1 de enero de 2016 y en el transcurso de 18 meses el país celebraría elecciones con una nueva Constitución.
La frontera sirio-turca
"Hay una creciente convicción de que el cierre de la frontera de Siria y Turquía debe decidirse inmediatamente", dijo.
La comunidad internacional, agregó, "no puede cerrar los ojos ante la complicidad con el Estado Islámico (o Daesh, proscrito en Rusia) y suministros (…) de armas, servicios de tránsito, así como operaciones comerciales con los terroristas".
"Insistimos en que esto debe ser detenido", subrayó.
Para que la lucha antiterrorista sea exitosa se debe "terminar el doble juego y cualquier apoyo a los extremistas por no hablar de la protección de los terroristas, como ha sucedido el 24 de noviembre, cuando fue atacado un bombardero ruso que llevaba a cabo una misión antiterrorista", indicó.
"¿Quién enviaría tropas para liberar esas ciudades?"
"Solo imagínense qué reto deberíamos afrontar si Daesh o Frente al Nusra se apropiaran de Damasco u otra capital de Oriente Próximo y cómo impulsaría la ideología extremista", denunció.
A la vez inquirió "¿quién enviaría tropas para liberar esas ciudades?"
El ministro recordó que Francia en 2011 suministró armas a grupos armados, incluido a los que promovían ideas islamistas y que luchaban contra el régimen de Muamar Gadafi.
Indicó que la misma gente figuró entre los rebeldes radicales que intentaron atacar Bamako y Francia se vio obligado a enviar sus tropas para salvar la capital maliense.
El uso de los terroristas con fines políticos
Agregó que los extremistas "por supuesto aceptan la ayuda financiera, militar y otra pero pueden volver la espalda a sus patrocinadores en cualquier momento, en cuanto lo crean oportuno".
Según Lavrov para los terroristas no existen principios morales lo que confirman los horrorosos atentados perpetrados contra el avión ruso en el Sinaí y contra gente común en París, y otras partes de Europa, Oriente Próximo África y EEUU.
Todos los que desean combatir a Daesh deben sumarse a Siria y Rusia
Lavrov estimó que Daesh no puede ser derrotado únicamente con ataques aéreos y el Ejército sirio es la única fuerza que combate a los terroristas en tierra.
"Fue por eso que decidimos enviar aviones militares rusos a Siria en respuesta a la solicitud de Damasco", recordó.
El canciller ruso tachó de "dudosa" la estrategia que supone "debilitar a la vez a los terroristas y al Gobierno sirio".
"Desde luego, para ganar la lucha contra los terroristas, las acciones militares deben desarrollarse simultáneamente al proceso político", destacó.
Siria vive desde 2011 un conflicto armado que ha causado más de 250.000 muertos, según estimaciones de la ONU.
Las tropas gubernamentales se enfrentan a distintos grupos armados, incluidos Daesh y el Frente al Nusra, vinculado con Al Qaeda.