Y es que durante más de un año, EEUU y la coalición que lidera se negaron a bombarder posiciones relacionadas con el suministro de petróleo robado por el Estado Islámico (organización terrorista proscrita en Rusia y en otros países) a Siria e Irak, que transportan a Turquía como quedó demostrado en las pruebas que presentó Rusia, y que deja a los terroristas ganancias por más de mil millones de dólares anuales.
El profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Armando Fernández Steinko, indica que EEUU y la coalición están pensando en "el día después" que termine el conflicto. Y es que Occidente pretende que su zona de influencia en la región ese "día después" se amplíe desde Siria e Irak hacia el corazón de Asia.
Fernández Steinko tiene claro que ni EEUU ni el resto de países de la coalición quieren que se celebren elecciones libres en Siria, porque saben que Bashar Asad resultaría ganador. El analista político indica que las políticas de Obama no apuntan a solucionar los conflictos de la región, sino que lo único que le interesa es lograr sus objetivos geoestratégicos, junto a su aliado Turquía.
Mientras, el vicencanciller alemán, Sigmar Gabriel, dijo que Turquía es el único país que actúa de forma impredecible en la región. Pero no sólo se dirigió a Turquía: "debemos dejar claro a los saudíes que los tiempos de mirar por otro lado han pasado", subrayó al referirse al apoyo que brinda Arabia Saudí a los extremistas en el mundo entero.