La política subrayó que Rusia "ha pagado un precio alto con la bomba en el avión de Sharm el Sheikh, por lo que ha perdido a gente por culpa del EI".
"Les diría que necesitamos, si no su apoyo activo, al menos concesiones respecto a nuestras actuaciones en la lucha contra el EI", explicó.
También vería muy positivo que Moscú se ofreciese para colaborar, agregó Clinton.
"Tienen sus intereses y están preocupados por lo que ocurre en el Cáucaso, por la propagación de la ideología del EI", señaló.
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A la pregunta sobre la posible creación de una zona de exclusión aérea, la exsecretaria de Estado argumentó que en ese caso se evitarían incidentes como el derribo del Su-24 ruso.
Al mismo tiempo, la aspirante a la Casa Blanca se negó a enviar tropas terrestres a Irak o Siria y dijo que no puede "imaginar circunstancias en las que pudiera" hacerlo.
Previamente, varios políticos estadounidenses abogaron por crear una zona de exclusión aérea en Siria para proteger de bombardeos a grupos de la oposición siria que Washington considera moderados.
A este respecto, Clinton ya advirtió con anterioridad que esa zona no puede crearse sin la participación de Rusia.
En dos meses, la aviación rusa ha destruido con la ayuda de la Flotilla del Mar Caspio más de 3.000 instalaciones de los terroristas –entre ellas campos de entrenamiento, arsenales, plantas de armas y eslabones de la logística petrolera– y ha abatido a centenares de radicales.
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Moscú ha llamado en numerosas ocasiones al diálogo político para dar solución al conflicto sirio y se ha mostrado dispuesta a establecer contactos con toda la oposición del país árabe, incluido el Ejército Libre Sirio.