"La contribución alemana sirve a la lucha contra el terrorismo en el marco de la alianza contra el Estado Islámico (EI) y en apoyo en especial de Francia, Irak y la alianza internacional en su lucha contra el EI", según el comunicado oficial.
La decisión de Alemania fue avanzada la semana pasada por Henning Otte, portavoz de los conservadores en el Bundestag.
"No solo reforzaremos la misión para la formación de instructores en el norte de Irak, sino en Siria aumentaremos nuestro compromiso en la lucha contra el Estado Islámico con RECCE-Tornado de reconocimiento", anunció Otte.
Otte recalcó que el EI solo puede ser derrotado militarmente, "y en consecuencia no debe haber ninguna cortapisa en nuestro compromiso en la lucha contra el terror islamista".
La intervención, que ha sido criticada por La Izquierda y Los Verdes, así como por organizaciones pacifistas, se realizaría alegando el derecho a la "autodefensa colectiva recogido en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas".
El mandato de la misión sería limitado y se extendería en un principio hasta el 31 de diciembre de 2016.
Sin embargo, según el presidente del Deutsche Bundeswehrverband —la asociación que agrupa a soldados y oficiales en activo y retirados del Ejército-, Andre Wüstner, consultado este martes por el semanario Der Spiegel, la intervención podría prolongarse diez años.
Más tarde el líder parlamentario de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), Max Straubinger y la presidenta de la CSU en el Bundestag, Gerda Hasselfeldt, comunicaron que el Parlamento puede abordar la posible misión del Bundeswehr ya este viernes.
Indicaron, citados por DPA, que el primer debate al respecto se celebrará este miércoles, el segundo y tercer la mañana del viernes.