Además, el Ejecutivo alemán cifra en 1.200 el contingente de soldados, que apoyarán no únicamente la operación francesa, sino también a la coalición liderada por EEUU en Siria y en Irak.
El documento no detalla la coordinación de las operaciones ni si Alemania cooperará con Rusia, según el medio.
El informe también contiene la justificación legal de la intervención, que se realizaría alegando el derecho a la "autodefensa colectiva recogido en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas".
El mandato de la misión sería limitado y se extendería en un principio hasta el 31 de diciembre de 2016.
Según el Frankfurter Allgemeine Zeitung, sería la segunda intervención más cara de la historia del Bundeswehr (Ejército), solo superada por la misión alemana en Afganistán (263,2 millones de euros).
Mañana martes el gabinete de la canciller federal Angela Merkel tomará la decisión definitiva, que se someterá a la votación del Bundestag (Parlamento).
La decisión de Alemania fue avanzada la semana pasada por Henning Otte, portavoz de los conservadores en el Bundestag.
"No solo reforzaremos la misión para la formación de instructores en el norte de Irak, sino en Siria aumentaremos nuestro compromiso en la lucha contra el Estado Islámico con RECCE-Tornado de reconocimiento", anunció Otte.
Otte recalcó que el EI solo puede ser derrotado militarmente, "y en consecuencia no debe haber ninguna cortapisa en nuestro compromiso en la lucha contra el terror islamista".
El anuncio fue recibido con escepticismo desde las filas de Los Verdes y La Izquierda.
"No hay hasta la fecha ninguna justificación legal convincente y no existe ningún plan político viable para Siria", criticó Jürgen Trittin, diputado del Bundestag y miembro de la Comisión de Exteriores.
"Un despliegue del Bundeswehr en Siria es actualmente contrario al derecho internacional y sería una catástrofe diplomática", dijo Gehrcke en un comunicado publicado en su página web.
A juicio del diputado de La Izquierda, la oferta del Ejecutivo de apoyar la intervención francesa en Siria no cuenta con un mandato de la ONU ni con la petición expresa del Gobierno sirio.
Según una encuesta de ZDF, el segundo canal de la televisión pública alemana, la opinión pública alemana está dividida ante la medida del Gobierno: un 47 por ciento se muestra a favor, mientras que un 46 por ciento lo hace en contra; un 47 por ciento de los encuestados expresó su preocupación de que Alemania pueda convertirse en objetivo de atentados islamistas.