La conmemoración, que se desarrolló en el Palacio Nacional de Los Inválidos, reunió a los familiares y amigos de los fallecidos, ministros, parlamentarios, diplomáticos y líderes religiosos.
En las primeras filas se sentaron los heridos en los ataques de París.
Una gran pantalla mostraba las fotografías de las víctimas, ofrecidos por sus familias, mientras se pronunciaban los nombres y la edad de todos los muertos, en su mayoría jóvenes de menos de 35 años.
El presidente de Francia, François Hollande, dijo en su discurso que el 13 de noviembre el país "sufrió un golpe en el corazón".
El mandatario reiteró que las autoridades francesas harán todo lo posible para hallar y castigar a los organizadores de los atentados.
"Llevaremos este combate hasta el final y venceremos", declaró.
Una serie de ataques se produjo la noche del 13 de noviembre en seis puntos diferentes de París; los terroristas abrieron fuego en un restaurante, detonaron tres bombas cerca del Estadio de Francia, donde se celebraba un amistoso con Alemania, y tomaron rehenes en una sala de conciertos.
La autoría de este ataque múltiple, que dejó un saldo de 130 muertos y unos 350 heridos, fue reivindicada por el grupo yihadista Estado Islámico.