"Los terroristas y otros grupos desconocidos que operaban en esta zona fueron neutralizados", dijo.
Indicó que cuando se supo que el piloto estaba en peligro, los bombarderos rusos y la artillería siria iniciaron ataques contra la zona indicada.
Asimismo, agregó que las tropas sirias tomaron control sobre las zonas montañosas al norte de Latakia cortando el suministro transfronterizo de armas al EI.
En otras áreas del norte de Siria la aviación rusa controla las rutas principales de suministros del armamento y municiones al EI, agregó.
"Del 23 al 26 de noviembre los aviones rusos realizaron 134 vuelos para atacar 449 objetivos en las provincias de Alepo, Damasco, Idlib, Latakia, Hama, Homs, Raqqa y Deir Ezzor", dijo.
Los ataques resultaron en la destrucción de un almacén de municiones del EI.
“En las proximidades de la aldea Al Qaryatayn, la provincia de Homs, un bombardero Su-24M destruyó un almacén escondido de municiones de los grupos ilegales”, señaló.
“Los impactos directos de las bombas aéreas resultaron en la destrucción de un carro de combate, dos vehículos blindados y tres coches con morteros instalados; el personal enemigo también sufrió bajas importantes”, indicó
La aviación rusa, dijo, continuó los ataques contra las instalaciones petroleras bajo el control de los yihadistas.
"El 24 de noviembre el bombardero Su-34 bombardeó una columna de camiones cisternas y puntos de procesamiento y almacenamiento de hidrocarburos en la zona de los campos de petróleo en las provincias de Deir Ezzor y Raqqa, al norte y el este de Siria", indicó.
Konashenkov señaló que las Fuerzas Aeroespaciales rusas atacaron casi 450 objetivos de los terroristas en ocho provincias sirias durante tres últimos días.
Agregó que en la zona de Mahin y Al Qaryatayn los terroristas fueron desplazados a 4 o 6 km.
Desde el 30 de septiembre, la aviación rusa realiza ataques contra el EI y el grupo terrorista Frente al Nusra en Siria tras una petición del presidente del país árabe Bashar Asad.
El martes fue derribado en territorio sirio, a un kilómetro de la frontera con Turquía, un bombardero Su-24 ruso alcanzado por un misil aire-aire turco. El ataque se saldó con la muerte de uno de los dos tripulantes.
El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó lo ocurrido como "una puñalada en la espalda".