“El Sahel es nuestro patio trasero y nuestra asignatura pendiente”, aseguró el canciller, que recordó que “no hay que desentenderse de Siria e Irak” pero “están más lejos”, según explicó en declaraciones a la televisión privada La Sexta.
El canciller mostró también su preocupación porque la situación de Libia “haya pasado a un segundo lugar” en la lucha contra el terrorismo porque ahora todos los gobiernos están centrados en Siria e Irak.
Según el ministro, Libia en estos momentos es un “polvorín” puesto que hay 50 millones de armas en el país y más de 1.500 grupos armados: “Allí no manda nadie y hasta Daesh (acrónimo árabe del Estado Islámico) tiene banderas negras en Sirte”.
El canciller también destacó la situación de Malí, advirtiendo que una "desestabilización en este país africano, unida a la desestabilización en Libia, puede desestabilizar y, de hecho, está desestabilizando Túnez".
"Este país fue el buen alumno de la Primavera Árabe pero es el país que más luchadores extranjeros exporta a Siria", dijo Margallo.
El ministro español dijo que Túnez se está "hundiendo económicamente" por los problemas de seguridad.
"Allí donde hay pobreza hay caldo de cultivo para el desorden", alertó.
"Todo está encima de la mesa para que el presidente del Gobierno y las fuerzas políticas elijan las que más le convenga", explicó Margallo.
Sin embargo, volvió a insistir en que el Ejecutivo "esperará lo que considere conveniente" para tomar una decisión, aunque sobre todo esperará a que Francia plantee sus peticiones.
"La urgencia no estriba en seguir amontonando material militar y fuerzas en Siria, que es suficiente, lo que hay que hacer es trabajar para que todos vayan en la misma dirección y no se produzcan incidentes", apuntó Margallo.