"Según lo que dicen nuestros militares sobre las circunstancias del accidente, Turquía toma parte en una provocación internacional", informó Klintsévich, agregando que Rusia solicitará explicaciones a Ankara.
El funcionario también resaltó que Turquía es "uno de los miembros más potentes de la OTAN en cuanto a armamento", gracias a Estados Unidos.
El accidente no afectará a la operación militar rusa en Siria, pero antes que nada es preciso "ocuparse del destino de nuestros pilotos", insistió.
"Tenemos los nervios lo suficientemente templados como para no llevar la situación a una explosión", declaró.
Ankara asegura que el avión violó el espacio aéreo del país, mientras que las autoridades rusas afirman que la aeronave se encontraba en territorio sirio.
El líder ruso calificó este hecho como "un golpe en la espalda", asestado por un país que "supuestamente está luchando contra el terrorismo dentro de la coalición liderada por EEUU".