"El incidente de hoy (martes) es una puñalada por la espalda, asestada por cómplices de los terroristas", dijo el líder ruso, Vladímir Putin.
El mandatario destacó que el suceso "se encuentra fuera del marco de la lucha normal contra el terrorismo", recordando que los militares rusos "combaten heroicamente" contra los yihadistas del Estado Islámico.
Putin enfatizó que los pilotos rusos en ningún momento representaron una amenaza para Turquía.
El jefe del Kremlin también dejó claro que el derribo de la aeronave rusa en territorio sirio tendrá graves consecuencias para las relaciones entre Moscú y Ankara.
"Este acontecimiento trágico tendrá graves consecuencias para las relaciones ruso-turcas", advirtió.