"Está de fondo el quinto mandamiento de la ley de Dios, que dice: 'no matarás'. Nos preocupa la salud de los mexicanos, que legalizarla signifique un crecimiento en el consumo o después abrir la puerta para otras drogas, y siempre el riesgo de la salud de los mexicanos", dijo el prelado en conferencia de prensa.
"La postura del Episcopado es que al mismo tiempo que se abre una puerta para la democracia en este tema (con el respeto a la libertad individual, como argumenta la Suprema Corte de Justicia) nos preocupa que no seamos conscientes de que se abre al mismo tiempo una puerta para muchos riesgos que hay que analizar muy cuidadosamente antes de legalizarla", apuntó Robles Ortega.
Al igual que el presidente Enrique Peña, la Iglesia católica ha comenzado a enfatizar temas de salud y a eludir el origen de la demanda de un club de cuatro personas, víctimas del crimen organizado, integrantes México Unido Contra la Delincuencia, que plantean alejar a los consumidores de las mafias y reducir el poder de las mafias al regular el uso responsable y tolerante de la cannabis, de la misma manera que el tabaco y el alcohol, que son más dañinos para la salud.
"Me refiero al renglón de la salud de los niños adolescentes, niños y jóvenes, me refiero al tema de la violencia o del interés de grupos por acaparar este tema, legalizar tantos detalles", indicó el alto jerarca católico en el marco de la Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado mexicano.
El máximo tribunal autorizó la semana pasada a esas cuatro personas el cultivo y autoconsumo de hierba, y anuló la prohibición federal por violar varios artículos del la Constitución basados en sus derechos humanos universales, lo que ha causado un terremoto en todos los despachos federales encargados del combate al narcotráfico, que reaccionan entre declaraciones vagas y contradicciones.
La secretaria de Salud de México, Mercedes Juan López, comentó que "si alguien fuma un cigarro de marihuana no pasada nada, el problema es la adicción crónica".
Y el presidente Peña convocó a un debate para definir la postura de México hacia una Asamblea General sobre el tema en abril de 2016, pero aclaró: "En lo personal siempre dije, y me sostengo en lo personal, que para mí no sería deseable, ni estoy en favor de una eventual legalización del consumo de la marihuana".