El blanco de los bombardeos llevados a cabo en la noche del lunes al martes fueron las instalaciones petroleras del EI situadas en las cercanías de la ciudad de Deir ez-Zor, en el noreste de Siria.
A finales de septiembre pasado, Francia lanzó por primera vez ataques aéreos contra las posiciones del EI en Siria.
El primer ministro galo, Manuel Valls, comentó que los ataques fueron lanzados "con fines de autodefensa". El siguiente ataque aéreo tuvo lugar el domingo pasado.
Desde marzo de 2011, Siria está sumida en una guerra civil en la que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición, entre los que se encuentran grupos extremistas como el Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra.
El conflicto armado ha causado ya más de 220.000 muertos, según datos de la ONU.