"No tengo más que palabras de agradecimiento y emoción. Se me vino la familia encima, que me están acompañando. Lo más grato es haber tenido un llamado de mi nuevo nieto. No me imaginaba una noticia así", contó Giovanola.
"No podía creerlo. Quedó en llamarme a la noche de nuevo y le digo: '¿En serio?'. Y me dice: '¿Por qué no? Si sos mi abuela'. Es todo alegría", añadió.
Este es el nieto 118 que recuperan las Abuelas de Plaza de Mayo.
En 1973 habían tenido a su primera hija, Virginia. Stella Maris estaba embarazada cuando la secuestraron junto con Jorge, en octubre de 1976, y la llevaron al centro ilegal Pozo de Banfield, en la provincia de Buenos Aires, donde el 5 de diciembre dio a luz a un niño que llamó Martín.
En 1977 Giovanola comenzó a buscarlos por juzgados, comisarías e iglesias junto a otras madres que estaban en la misma situación.
Se convirtió así en una de las 12 mujeres que constituyeron la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo.
"Entre 2006 y 2008, Abuelas recibió tres denuncias anónimas en las que se planteaba que quien hoy sabemos es el nieto de Delia había sido inscrito como hijo propio de quienes decían ser sus padres", contó la presidenta de la organización, Estela de Carlotto, sentada junto a Delia en la rueda de prensa.
El 30 de marzo de este año, Martín se acercó hasta Abuelas porque sospechaba que era hijo de desaparecidos.
Curiosamente, Delia estuvo hace menos de un mes en Europa para dar a conocer la tarea de Abuelas de Plaza de Mayo.
La muestra de sangre fue enviada a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) y al Banco de Datos Genéticos, que este jueves confirmó que Martín era hijo de la pareja desaparecida.
La última nieta que habían encontrado las Abuelas es Claudia Domínguez Castro, quien descubrió en agosto su identidad.
La organización intenta restituir a sus legítimas familias al resto de unos 500 bebes, nacidos en el cautiverio de sus padres y apropiados por agentes de la dictadura o dados en adopción ilegal.