Expertos en inmigración consideran que estos casos son apenas una muestra, ya que un estudio académico basado en artículos de prensa que está por publicarse señala que hasta 83 personas deportadas desde EEUU fueron asesinadas a su regreso a El Salvador, Guatemala y Honduras desde enero de 2014.
Según el Guardian, el número de inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera de EEUU con México cayó de forma notable a lo largo de 2015.
Pero la vigilancia está cada vez más militarizada y los riesgos que corren los inmigrantes son mayores.
Mientras, la ola de violencia en América Central se sigue agravando.
América Central está considerada como una de las subregiones más peligrosas del mundo, con tasas 33,6 asesinatos por cada 100.000 habitantes, según cifras del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El Triángulo Norte de América Central (El Salvador, Honduras y Guatemala) está sometido a una ola de corrupción y criminalidad sin precedentes, que ha llevado los índices de homicidios a los primeros lugares mundiales.