“Hemos obtenido datos sobre exigencias de comandantes a los puntos de mando superiores de un reemplazo de municiones y armas destruidas por la aviación rusa y un traslado de tropas desde la provincia de Raqa para mantener sus posiciones”, indicó.
Según el portavoz, la inteligencia rusa logró interceptar los datos que también muestran un crecimiento de ánimos de pánico entre los yihadistas.
El pasado 30 de septiembre la aviación rusa comenzó a bombardear las posiciones del EI en Siria tras una petición del presidente Bashar Asad.