Según estudios de la Henry Jackson Society, los yihadistas del EI prepararon durante 14 meses el atentado en una playa de Túnez del pasado junio, casi su único ataque fuera de Siria de estos últimos tiempos (aunque reivindicaron la autoría del ataque en Yemen del 6 de octubre con 22 víctimas mortales), lo que evidencia que les faltan recursos.
A su vez, un funcionario retirado del Estado Mayor ruso, citado por Nezavisimaya Gazeta, opina que "si el EI y otras organizaciones semejantes dejan hoy de recibir financiación, mañana no existirán".
El pasado 30 de septiembre la aviación rusa comenzó a bombardear las posiciones del EI en Siria tras una petición del presidente Bashar Asad.
El miércoles, los buques de la Armada de Rusia desplegados en el mar Caspio iniciaron ataques con misiles de crucero contra el EI en Siria.
El embajador sirio en Moscú, Riad Haddad, señaló que los bombardeos rusos han destruido hasta un 40 por ciento de la infraestructura del EI y permitieron al Ejército sirio lanzar una ofensiva.
Sin embargo, advirtió Haddad, es prematuro hablar de una victoria, ya que los yihadistas disponen de armas químicas que ya han usado en Siria e Irak.